18 de mayo de 2011

El banjo y las anfetaminas

“Winter´s Bone” (2010) era la película más marginal, más anómala, entre las 10 nominadas a mejor película en los Oscars de este año 2011, esa necesaria infiltrada que comienza a ser una tradición entre los premios de la Academia. Con claro look “indie”, pero con el espaldarazo del prestigio del Festival de Sundance, en cierto modo una industria alternativa a Hollywood, porque el verdadero cine independiente americano es el que se hace hoy en día al margen del binomio Hollywood-Sundance.  

Me ha parecido francamente notable y arriesgada esta segunda película de la directora y guionista Debra Granik (nacida en 1963 en Cambridge, Massachussets), por desgracia su primera película (“Down to the bone” de 2004, con la chica de “Up in the Air” Vera Farmiga) permanece inédita en nuestro país en cualquier canal de distribución.

“Winter´s bone” es básicamente la historia del descenso a los infiernos de una adolescente (Ree, interpretada con credibilidad por Jennifer Lawrence) a la que las dramáticas circunstancias familiares han llevado a madurar prematuramente. La peripecia descrita en la película la llevará a una inmersión aún más dolorosa en su realidad y la de su familia.

La trama no es enrevesada: el padre de la chica (un traficante y experimentador con drogas) ha salido de prisión aportando como fianza la casa y el bosque en los que ella vive y cuida de su madre catatónica y sus hermanos pequeños, y si no él no se presenta a la policía en una fecha determinada, perderán ambos. Por lo que se embarca en la búsqueda del padre preguntando por aquí y allá a quienes lo trataron, topándose con un muro de silencio y recelos. Y una fatal revelación final.

La ambientación del film es uno de sus puntos fuertes. Granik escogió localizaciones en los lugares de la acción, entre los más inhóspitos de la región montañosa y abundante en bosques de los Ozarks, comarca central de Estados Unidos que se extiende entre los estados de Missouri, Arkansas, Oklahoma y Kansas.

Con una clara vocación documentalista, neorrealista, Granik retrata un universo empobrecido, sucio, lo más arrinconado de la más profunda América, con ecos del escritor Erskine Caldwell y su “La ruta del tabaco” (que filmó John Ford en 1941), pero, al mismo tiempo, es un mundo atravesado por la modernidad que supone la droga como forma de vida de unos personajes por los que la Historia no parece haber pasado. Podríamos resumirlo como una curiosa combinación del banjo (el instrumento fetiche de la música folk norteamericana) y las anfetaminas fabricadas en ese laboratorio de drogas que ha estallado por los aires o en esos que intuimos ocultos en casas o cobertizos. Y gran mérito de Granik es que ese contraste no resulte chocante sino perfectamente natural.

Algunos de los asilvestrados y sórdidos personajes que encontrará Ree en el periplo en busca de su padre, especialmente esos yonquis entre los que se incluye su cómplice tío apodado “Teardrop” (“Lágrima”, encarnado con excelente ambigüedad por John Hawkes) recuerdan por momentos a aquellos desalmados de “Deliverance” de John Boorman que habitaban en unos parajes similares de Kentucky.

La distancia estilística que media entre la ganadora del Oscar 2011 a la mejor película “El discurso del rey” (edificante, convencional, amena) y “Winter´s bone” (cruda, hiperrealista, desencantada) es abismal, pero la lucha del rey Jorge VI contra su tartamudez y la de la joven Ree por el hogar de su familia apuestan idénticamente por la dignidad.

6 comentarios:

  1. Película, desde el mi punto de vista, muy dura y a la vez de gran calidad; como bien dices consigue mezclar dos panoramas aparentemente antagónicos, los maravillosos paisajes del bosque y la montaña, con el mundo decadente y axfisiante de las drogas. La actriz principal, que lleva todo el peso de la película, encarna perfectamente la angustia de una situación que apararece tan creíble como irreal. Cabe mencionar como escena que plasma lo anterior, aquella en la que la protagonista busca la prueba de su padre muerto. Es de las escenas más duras e intensas que he visto en el cine.
    Muy acertado tu cometario final comparando a la ganadora del Oscar con Winter´s Bone, efectivamente dos personas en lucha con dos escenarios tan diferentes...

    ResponderEliminar
  2. En efecto la escena a la que haces referencia es de una gran dureza, pero más aún que por lo explícito (vagamente "gore"), creo que lo es por la violencia emocional que hay en el descubrimiento para la chica adolescente, acompañada esta para más inri por el grupo de mujeres que le había propinado una sonora paliza en un momento anterior de la película. La cual despierta enorme ganas de ver la opera prima de Debra Granik, "Down to the bone".

    ResponderEliminar
  3. Si, después de esta gran película, no dudaré en ver "Down to the bone", aunque creo que es difícil de encontrar en España, ¿alguna pista de cómo conseguirla sin caer en la ilegalidad?

    ResponderEliminar
  4. Es posible comprarla en Amazon. A fecha de hoy, por 5,79$ más gastos de envío.

    ResponderEliminar
  5. Estoy de acuerdo contigo: Winter's Bone es una gran película. El discurso del rey -con la que la relacionas, por aquello de que ambas presentan a personajes en lucha con su entorno- está muy lejos de emocionarme con la verdad y la dureza de Winter's Bone. Reconozco que se trata de un producto correcto, de visión agradable, pero poco más. Saludos por tu blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Atticus por tu aportación.
      Ciertamente las comparaba por lo que comentas, ya que la diferencia de calidad y riesgo entre ambas es importante.
      Enhorabuena a su vez por tu blog, me han gustado mucho tus entradas sobre "Bande à part" (sin duda, hay que (re)visitar a Godard cada cierto tiempo...), "Hannah y sus hermanas" o "Chloe".
      Un saludo,
      Javier

      Eliminar